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Escándalo Global: China Acusa a EE.UU. del Origen del Covid-19

Un nuevo informe chino lanza dudas sobre la narrativa oficial. ¿Podría el país norteamericano ser el verdadero responsable de la pandemia?

  • 30/04/2025 • 12:00

El Gobierno chino ha declarado finalizada su investigación oficial sobre el origen del Covid-19, reafirmando su tesis de que el virus no surgió en la ciudad de Wuhan, sino que podría haber llegado desde el exterior a través de la cadena de frío. Así lo expone un documento publicado este miércoles por la Oficina de Información del Consejo de Estado, en el que se recoge la posición oficial del país asiático frente a las múltiples teorías que han circulado desde el estallido de la pandemia en 2019.

Titulado "Libro Blanco sobre las Acciones y la Posición de China sobre la Prevención y el Control del Covid-19 y el Rastreo del Origen del Virus", el texto enfatiza que las investigaciones realizadas por expertos chinos descartan a Wuhan como punto de partida natural del virus. Según las autoridades, el nuevo coronavirus podría haber sido introducido en el mercado mayorista de mariscos de Huanan desde el extranjero, mediante productos congelados o refrigerados importados.

Esta interpretación, que cobra protagonismo frente a otras hipótesis, contradice parcialmente el informe conjunto realizado en 2021 por un equipo de científicos chinos y expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aquel estudio contemplaba cuatro escenarios, entre ellos la posibilidad de un huésped animal intermediario como vía principal de contagio al ser humano, así como otras rutas zoonóticas, sin descartar completamente —aunque calificándola como "extremadamente improbable"— una fuga de laboratorio.

Las autoridades de Pekín subrayan que sus análisis de rastreo genético, monitoreo de posibles especies portadoras y control de cadenas logísticas han reforzado la teoría de la llegada externa del virus. Añaden, además, que la ausencia de pruebas que contradigan esta versión les permite dar por concluidos los esfuerzos de investigación.

El documento también señala a Estados Unidos como posible fuente inicial de la pandemia, aludiendo a casos de enfermedades respiratorias reportados entre mayo y octubre de 2019 en ese país, algunos de los cuales fueron atribuidos en su momento al uso de cigarrillos electrónicos. Aunque no se ofrecen evidencias concluyentes, el señalamiento forma parte de un discurso que ha ganado presencia en la narrativa oficial china, especialmente como respuesta a las exigencias internacionales de mayor transparencia.

La OMS, por su parte, ha reiterado en varias ocasiones su llamado a que se continúe compartiendo información científica de forma abierta. En 2024, la organización solicitó nuevamente a China el acceso a datos originales sobre las primeras fases de la pandemia, con el objetivo de esclarecer definitivamente el origen del SARS-CoV-2 y prevenir futuros brotes de enfermedades similares.

El cierre unilateral de esta investigación por parte de China podría limitar futuras colaboraciones internacionales en el ámbito epidemiológico. A su vez, reaviva el debate global sobre la necesidad de mantener procesos científicos independientes, especialmente cuando se trata de eventos que han tenido un impacto sanitario, económico y social sin precedentes en la historia reciente. Mientras persistan las interrogantes sin resolver, la búsqueda de claridad sobre el inicio de la pandemia seguirá siendo un desafío para la comunidad científica mundial.