El jefe de la Policía Nacional de Israel, Danny Levi, emitió este domingo un contundente mensaje en redes sociales contra el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, por su decisión de congelar parte del presupuesto destinado a las fuerzas de seguridad. La medida, que forma parte de los intentos del gobierno por reducir el déficit fiscal del país, ha generado una fuerte reacción dentro de la institución policial. El Ejecutivo israelí aprobó recientemente unos Presupuestos Generales que eliminan partidas adicionales para los gastos operativos de la Policía, en un contexto donde el déficit nacional alcanza un preocupante 8,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Estas cuentas aún deben ser debatidas y aprobadas por el Parlamento, la Knesset, antes de finales del próximo año. Sin embargo, de no lograr la aprobación parlamentaria, el gobierno de Benjamin Netanyahu enfrentaría una posible disolución, lo que desencadenaría elecciones anticipadas. En su mensaje difundido a través de la cuenta oficial de la Policía en la red social X, Levi calificó la propuesta del Ministerio de Finanzas como “un ataque sin precedentes”, advirtiendo que tendrá consecuencias devastadoras a corto plazo. Según el comunicado, estas medidas podrían llevar a un debilitamiento de la capacidad operativa y al desmantelamiento progresivo de las filas policiales en un momento especialmente crítico para la seguridad del país. “El desprecio del Ministerio de Finanzas por las demandas de la policía constituye un daño al núcleo de las actividades de la organización, un daño peligroso a la seguridad nacional, al empoderamiento tecnológico y humano, a la paz pública y a la calidad de vida”, señaló Levi. Además, alertó que esta política podría generar un impacto directo en la calidad del servicio policial, afectando a todos los ciudadanos que dependen de una institución fuerte y profesional. La reacción de Levi refleja el descontento interno en una de las instituciones clave para el mantenimiento del orden y la seguridad en Israel, particularmente en un período marcado por desafíos internos y externos. En este contexto, las decisiones presupuestarias han generado un fuerte debate público sobre las prioridades del gobierno y las posibles consecuencias de recortes que podrían poner en riesgo áreas sensibles como la seguridad. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, aún no ha respondido directamente a las críticas, pero desde su oficina se ha defendido la necesidad de priorizar la estabilidad económica del país en medio de un déficit creciente. No obstante, las declaraciones del jefe policial subrayan las tensiones crecientes entre el Ministerio y las fuerzas de seguridad, lo que podría complicar aún más el panorama político para el gobierno de Netanyahu. El desenlace de esta polémica dependerá en gran medida de las próximas discusiones en la Knesset, donde se espera que los presupuestos sean objeto de intensos debates. Mientras tanto, la preocupación por el impacto de estos recortes continúa creciendo tanto dentro de la Policía como entre la ciudadanía israelí.